Una puerta sin manilla es solo una pared
- Darlyn Skarlet
- 23 mar 2020
- 6 Min. de lectura
Anto había llegado a casa de Hugo hace un rato, se sentía incomoda. Su madre le ofreció un vaso de agua. Nunca se llevó muy bien con ella, no porque no le agradara, sino porque nunca tuvieron una buena conversación; una real. Siempre era lo mismo, los estudios, la familia y la salud, nada nuevo. Anto miraba los alrededores esperando a que Hugo llegara del trabajo. Había una cruz en cada pared, dos letreritos con salmos y una virgen arriba de la puerta principal. La familia de Hugo era católica desde siempre y para Anto era muy chocante ver todo eso. Su familia era agnóstica, así que solo había visto cruces pegadas a las murallas en películas de terror.
-Creo que ya está por llegar- dice la madre de Hugo.
Anto la mira y le sonríe, esperando que eso sea suficiente. Entonces suena la puerta, rechina mucho debido a los años. Hugo estaba con su uniforme manchado y caminaba arrastrando los pies, estaba exhausto. Primero saludo a su padre, que estaba en el sofá viendo televisión, con un ligero apretón. Luego a su madre, que estaba de pie junto a la mesa, con un beso mezquino. Al final, Anto se le acercó con una sonrisa, lo besó en la mejilla y lo abrazó fuerte, como si quisiera brindarle toda su energía. Hugo lo nota, lo aprecia y le sonríe.
-Y si empezamos? - le dice Anto con entusiasmo.
La mamá de Hugo los deja.
El trabajo era simple debían realizar una entrevista respecto al tema asignado y luego grabarla. Era su último año en la universidad. Anto siempre se preguntó por qué no se conocieron antes. Fueron compañeros de carrera durante los 5 años, pero no fue hasta el cuarto año que realmente se conocieron. Formaron una hermosa amistad, llena de respeto, alegría y amor.
-Trajiste la investigación para hacer la entrevista?
-Obvio que sí, con quien crees que estás hablando- responde Anto.
De repente suena el celular de Hugo.
♫Mami ¿qué tú quiere?, aquí llego tu tiburón… ♫
-YO QUIERO PERREARTE Y FUMARME UN BLUNT!!!- continúa Anto.
Entonces Hugo le tapa la voca rápidamente.
-shhhhh, mi mamá está en el baño y sabes que no le gusta que cantemos esta música.
-pero si es temazo, además es tu culpa por ponerlo de tono…vas a contestar?- pregunta Anto.
Era Elisa la polola de Hugo, contestó.
-Aló…si…bien…con la Anto…un trabajo…y tú?...nosé…que cosa…dime…
Anto estaba mirando a Hugo y pudo ver el momento exacto en que su sonrisa se deformó.
-Ah…enserio…no lo creo…que…que bueno…oye hablamos después es que estoy en algo…sisi…yo igual.
La mamá de Hugo regresó justo antes de que cortara la llamada.
-Quién era?- preguntó la señora
-La Eliza…- respondió Hugo completamente ido
Y de inmediato una sonrisa se dibujó en los labios de su madre. Ella la adoraba. Egresada, ojos de ángel, una hermosa cabellera dorada, delgada, pero no demasiado y lo más importante, era católica. Súper católica. Al menos, para sus ojos, Eliza era la mejor opción que su hijo podría tener en la historia de su miserable existencia humana.
-Tengo que decirles algo…- dice Hugo con un rostro que no expresaba absolutamente nada.
El papá de Hugo estaba en el sillón, pero la casa era muy pequeña. El living y el comedor estaban conectados, así que él ni siquiera debía levantarse, ya había escuchado.
-Qué pasó hijo?- dice su padre
-La Eliza…ella…ella va…ella está…-se detiene.
Hugo no está mirando a nadie, más bien mira a la nada.
-Está qué hijo?¿qué le pasó?
- Está embarazada…
-Nooo que bueno hijo, esto significa que se tendrán que casar, te felicito, al fin sentaste cabeza con una buena mujer….
Hugo ya no escuchaba nada, estaba en shock, no quería ser papá, no podía. Y ahora qué? Pensaba. No sabía cómo reaccionar frente a sus padres, estaba aterrado. No quería decepcionarlos, ese siempre fue su mayor miedo. Le temblaban las piernas y su respiración se aceleraba. Entonces todo se tornó gris.
Anto estaba justo frente a él, mirándolo, perdido. Miro a sus padres. Ellos estaban felices, pero ella no podía comprenderlo. Comenzó a llorar. Lloró como si todo si viniese abajo, como cuando sientes el pecho apretado y no puedes respirar, lloró como alguien que ve a su ser amado quebrarse justo frente a sus ojos. Entonces Hugo reaccionó, la miró y comprendió. Se le acercó y la abrazó cálidamente. Besó su frente con ternura, limpió sus lágrimas con los pulgares. Y mirándola directamente a los ojos le dijo:
-Tranquila, todo va a estar bien…yo voy a estar bien.
-Tu sabes que eso es MENTIRA!- le contestó Anto con fuerza.
-Oye como se te ocurre decirle eso? ¿Qué te pasa? -Contesta la madre indignada.
-Mamá por favor ella…
- No hijo, si ella es tu amiga debería estar feliz por ti- interrumpe la madre.
-Cómo puede decir eso señora? Usted sabe que…
-De que estas hablando?- vuelve a interrumpir.
-De Hugo- dice Anto.
-Qué pasa con él?
-No se haga la tonta señora- responde Anto con rabia.
-Haber niñita si quieres decir algo dilo de una vez!!- dice enfurecida.
-Hace 6 meses yo le dije a Hugo que les contara que pasaba, para poder terminar con esa mina que no le gusta NADA, para poder ser feliz, estaba cagado de susto antes de contarles señora, CAGADO DE SUSTO, pero lo hizo…
-CALLATE!- la interrumpió
-LO HIZO! LES CONTÓ LA VERDAD Y USTEDES QUE HICIERON? NI UNA MIERDA, ESO HICIERON!
- A MI NO ME HABLAS ASÍ EN MI PROPIA CASA!
- NO HICIERON NADA!...él se abrió con ustedes, pero ustedes hicieron como si nada…- se le quiebra la voz a Anto.
-Sácala de la casa ahora, Hugo!- dice la señora.
- Anto vamos…
-No! Esta va a ser la última vez que pise esta casa, así que escúcheme bien. Hugo vivió toda su vida con miedo a decepcionarlos, pero lo cierto es que ustedes lo decepcionaron a él. Los padres son las personas que están en tu vida para cuidarte, amarte y apoyarte, sin importar qué. Por dios, es su hijo y aun así, sabiendo la verdad, celebran que se vaya a casar con una mujer que NO ama y que jamás amará. Qué les pasa? Acaso no lo ven? Acaso no vieron su reacción? Que les pasa weon de verdad.
- Se acabó, si tú no vas a salir salgo yo, pero si estas cuando vuelva llamo a la policía- responde caminando furiosa como si todo lo que estaba pasando fuera mera culpa de la compañera de clase de su hijo.
Decide salir de la casa con su marido, para regañarlo por no decir nada, por no defenderla. Lo cierto es que el padre de Hugo no era tan egoísta como su madre, pero era un cobarde, que es peor.
Mientras tanto Hugo y Anto se quedan ahí en silencio.
-El trabajo vale 30% así que lo hacemos y te vas- dice Hugo.
-Hugo de que mierda estás hablando, tienes que hacer algo, llámala dile la verdad.
-NO.
-Pero Hugo.
-BASTA.
-NOO, si no la llamas tú, la llamo yo.
-Ese es tu problema sabes? Siempre intentas salvar a la gente, pero sabes qué? Nadie te pidió tu caga de ayuda…
- Me metí porque me importas, porque eres mi mejor amigo, porque quería ayudar-contesto Anto con determinación.
- Anto NO eres una súper heroína y para tu información no me ayudaste en nada, todo lo contrario, ME DEJASTE LA MEDIA CASA DE PUTAS, pero no te importa, porque tú te vas y yo me quedo. Porque tú vuelves a tu casita de cuento de Hadas, con tus padres comprensivos y cariñosos que siempre están y siempre estarán para ti.
-Hugo es que no entiendo porque haces esto, porque acatas todas las órdenes que te dictan tus padres si sabes que no te harán feliz.
-claro que no entiendes, siempre lo has tenido todo. Solo piénsalo, si me reusó a casarme y hacerme cargo de ese niño mi familia me dará la espalda, me echaran y viviré en la calle.
-Podrías encontrar un trabajo.
-Tú no entiendes, decirlo es fácil.
-Y de quien es esa guagua? Porque tuya no es.
- No sé, ni me importa.
-Pero te das cuenta de lo que me estás diciendo, te vas a hacer cargo de una responsabilidad que no te corresponde para nada, vas a tener una VIDA DE MIERDA!
-YO YA TENGO UNA VIDA DE MIERDA!!...Ah… yo ya la tengo…soy un fleto Anto, Sabes lo que eso significa? Para ellos soy un monstruo, una abominación, un error. Mi vida es una mierda porque tengo que fingir siempre que soy algo que no soy. Tú fuiste me salvación, porque cuando te lo conté no cambio nada, y eso fue perfecto. Tú me ayudaste a tener el valor de contarles a mis padres y te agradezco con el alma, pero no sirvió para nada. Ellos no pudieron con todo esto, conmigo. Se acabó Anto…
Anto lo miró, no podía hacer nada más, aunque le ofreciera su hogar para vivir y escapar de todo esto, él no lo aceptaría. Decidió abrazarlo con todas sus fuerzas, decirle que lo amaba e irse para siempre.
No puedes salvar a todo el mundo. Existen personas que no saben que están atrapadas y por lo tanto no saben que deben salvarse, pero aun peor existen personas que lo saben y no quieren escapar, porque de alguna manera creen que merecen estar ahí, pero no.
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