Carta al amor de mi vida

La verdad es que aún no me conoces ni yo a ti, aunque estoy ansiosa de hacerlo. Te preguntarás para qué escribí esta carta, sinceramente lo hago para facilitarte las cosas, para que sepas esos pequeños detalles sobre mí.

Primeramente si estoy muy triste no me obligues a decirte el por qué, solo abrázame y apóyame. Probablemente cuando me sienta mejor y el llanto haya cesado te cuente lo sucedido. Si estamos discutiendo por favor no grites, lo único que lograrás es que te deje peleando con la pared, odio la prepotencia, ya que creo firmemente que además de ser una falta de respeto, nos lleva a otras agresiones. Si sientes que estoy haciendo algo mal, dímelo; probablemente, como estoy tan enamorada de ti, pueda cambiarlo, yo haré lo mismo, seré lo más honesta posible, lo prometo. Si me escuchas cantar, canta conmigo, tal vez no seamos John Travolta y Olivia Newton-John, pero será divertido, algo de nosotros. Si no entiendo el tema del que estás hablando, no lo cambies, enséñame, así tendremos más cosas en común y tal vez pueda comprenderte de una forma más completa. Si quieres estar solo o tener tu espacio, házmelo saber, no tiene nada de malo, yo no me voy a ofender o bajonear, lo entiendo, en serio; y de la misma forma debes entender cuando yo necesite mi espacio. Llegado a este punto quiero aclarar que no estaré 24/7 contigo, porque somos personas distintas, con vidas separadas y responsabilidades personales, que no debemos depender el uno del otro en ningún sentido, sino que apoyarnos cuando nos necesitemos y también cuando no.

Por otro lado si la cagas puede que te perdone y sea paciente con tus “caídas”, pero debo advertirte, puede que seas todo lo que soñé, que seas el fondo de pantalla de mi celular, que cuando alguien diga la palabra amor seas lo primero que se me viene a la cabeza, puede que seas el amor de mi vida, pero no renunciaré a mi felicidad ni a mi bienestar por ti. Si siento que tú me haces daño, que en vez de sumar me restas, si me engañas o haces cualquier cosa lo suficientemente mala como para romperme, te dejaré.

Pero de verdad no quiero vivir mi vida extrañando ese hermoso amor que teníamos. He escuchado historias de mujeres casadas con hijos que aun extrañan a su gran amor, viven infelices, comprometidas con un hombre que no aman. Odiaría que eso me pasara a mí, a nosotros. Sería triste pensar que a él nunca lo amaré como a ti y que aunque hayamos terminado por una razón solida (porque si no, no te dejo ni cagando), todo el amor que me entregaste sea incomparable, ya que ¿por algo eres el amor de mi vida o no?

Ya, me dejo de tragedias; aun ni siquiera te conozco y ya estoy hablando de lo mucho que te voy extrañar si terminemos. Me despido con un besote de aquí al infinito.

PD: Espero que nos funcione, te amo, donde quiera que estés mi amor.